El posicionamiento SEO constituye una prioridad para los proyectos relacionados con el marketing digital. Con la creación y edición de contenidos, los webmasters pretenden alcanzar unos objetivos previamente marcados. Pero cualquiera de ellos requiere una visibilidad mínima dentro del nicho de mercado elegido. Y las visitas desde los buscadores son el medio más potente para lograrlo.
La lógica comercial del SEO
Los buscadores ofrecen un servicio gratuito a los usuarios de tal forma que su uso masivo permite una sutil explotación publicitaria. Para ganar asegurar un seguimiento, el público ha de encontrar un vehículo eficaz para acceder a contenidos de calidad. No hay otra forma de adquirir una fidelidad que sea sustantiva comercialmente.
Por estas razones se refuerzan los criterios con los que se asigna una posición ventajosa en las búsquedas. Sobre todo en temas donde la información deficiente o mal intencionada pueda producir algún perjuicio estimado como grave.
El papel de YMYL y EAT en la evaluación de contenidos
YMYL es una sigla más en el cambiante ecosistema terminológico del marketing de contenidos. Corresponde a las iniciales de las palabras your money, your life, es decir, economía personal y salud. Funciona como una etiqueta que distingue a las webs que traten temáticas como las siguientes:
- Páginas que informen u orienten al público en toma de decisiones económicas o financieras.
- Páginas sobre métodos para potenciar o recuperar la salud y tratamientos médicos en general.
- Páginas donde se produzcan transacciones comerciales que impliquen la cesión de datos personales y los asignados a medios de pago.
- Páginas que reciban datos protegibles de la esfera personal de sus usuarios.
- Cualquier página que ofrezca apoyo o asesoramiento sobre decisiones que afecten a aspectos sociales, familiares o íntimos del visitante.
Pero con señalar esta clase de contenidos no se ha hecho mucho. En ellos hay que comprobar si cumplen algunos criterios que refuercen cualquier métrica que indique calidad. Para este fin nació otra sigla relacionada con la anterior: EAT (expertise, authoritativeness y trustworthiness). Estas características se explican del siguiente modo:
- Experiencia . Esta cualidad se aprecia cuando una gran cantidad de contenidos del mismo tipo remiten al mismo dominio o autor. Los mejores avales son los enlaces con los que se relaciona la información con una fuente, origen o edición común.
- Autoridad. Aquí se aprecia el eco producido tanto en el mismo medio difusor como en otros. Los comentarios y la difusión por medios sociales acreditados es una buena métrica para medirlo. No se debe confundir con la autoridad derivada de la red de enlaces con la que se consigue autoridad de página. Es siempre un plus a ese valor.
- Confianza. Con este término se reúnen en un solo conjunto varias cualidades independientes o aisladas. La elección de protocolos seguros, el alto rendimiento del hosting y las características actualizadas o avanzadas del software dan una señal de proyecto serio. Son indicadores de que el sitio estudiado supera, con un análisis completo, un buen nivel de desarrollo web.
En el marketing digital todas las estrategias de éxito, a medio y largo plazo, pasan por cuidar de forma especial la calidad de los contenidos. El público al que van destinados termina por discriminar aquello que merece la pena consumir y aquello que no.
Los buscadores solo adelantan con medios tecnológicos este severo examen. Y, además, hay que subrayar que estos medios no paran de crecer. Por esto, el ciclo de vida de los trucos para agradar artificialmente a los algoritmos se hace cada vez más corto. Sobre todo con los últimos avances en inteligencia artificial.
En definitiva, el posicionamiento SEO es una suma de cualidades destacadas que permiten anticipar un servicio de información relevante.
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