En Internet existen muchas herramientas que podemos utilizar para posicionar nuestra marca y generar mayor tráfico web. Sin embargo, hay pocos métodos tan útiles como el social selling para crear relaciones duraderas con nuestros clientes fijos y potenciales y también, para posicionar nuestra marca e incrementar su valor en el mercado.
Como sabemos lo importante que es para cualquier negocio el hecho de aumentar el valor de marca, en este post hablaremos de cómo sacarle el máximo provecho y cómo aplicarlo paso a paso.
¿Qué es y en qué consiste?
Podemos definirlo como una interacción constante entre la marca y el cliente.
Es decir, se elimina la figura tradicional de la empresa como una entidad que solo presta un servicio a un cliente de forma fría y se comienza a concebir como si fuera una persona. Es decir, alguien que se relaciona con sus clientes, que tiene sentido del humor e incluso que les da consejos y habla con ellos.
Todo este fenómeno comienza a cobrar fuerza con motivo de que las personas normalmente preferimos interactuar con otras personas en lugar de con entes sin emociones ni sentimientos.
De esta forma, se elimina la idea de que una empresa es únicamente una entidad. Esto hace que el cliente se sienta identificado con nuestra marca y generemos así un influencer.
En una investigación se demostró que el 78% de las empresas que utilizaban esta herramienta en LinkedIn conseguían mayores ventas en comparación con las que no la aplicaban.
¿Cómo aplicarlo paso a paso?
Para que nuestra estrategia tenga éxito tenemos que seguir una serie de pasos con el fin de llegar a nuestros clientes y sacar el máximo provecho a este método.
Los siguientes pasos son convenientes pero, además, podemos utilizar nuestra imaginación para añadir otros nuevos que se nos ocurran.
Definir nuestro objetivo
Tenemos que definir cuál es nuestra meta final y no estamos hablando de, simplemente, generar más ventas u obtener más ganancias, tenemos que pensar en nuestros objetivos a medio y largo plazo.
¿Queremos saber cuáles son los gustos y preferencias de nuestros clientes a través de las redes sociales?, ¿captar clientes nuevos?, ¿fortalecer los lazos con los clientes de nuestra marca para crear interacciones duraderas?
Conocer las respuestas a estas preguntas nos permitirá enfocar nuestros esfuerzos en la dirección correcta y aprovechar al máximo nuestros recursos.
Conocer a nuestros clientes
Para poder aprovechar al máximo este método tenemos que hacer llegar nuestro mensaje a través de los medios adecuados. Es decir, tenemos que saber qué redes sociales utilizan nuestros clientes actuales o potenciales.
Aunque LinkedIn es unas de las plataformas más grandes dentro de los medios sociales, esta herramienta nos servirá poco o nada si nuestro público objetivo son adolescentes o personas jubiladas. Por eso, tenemos que hacernos preguntas como: ¿en qué área económica trabaja nuestra empresa? ¿Cuál es su posición geográfica? Y en función de la respuesta, utilizaremos una red social u otra.
Decidir quién se encarga
Tenemos que decidir quién se encarga de realizar la campaña de social selling, si es el equipo de ventas u otro departamento de la empresa.
La experiencia nos dice que la mejor posición para realizar esta labor es la del community manager, ya que, normalmente, tiene una amplia experiencia en las redes sociales y ayuda a los representantes de ventas a lograr sus objetivos.
Independiente de a quién elijamos para manejar esta herramienta, las tareas que debe realizar el encargado, son:
- Entrenar al equipo de ventas para facilitar el uso de las redes sociales.
- Ofrecer contenido que permita relacionarse con los clientes.
- Controlar las redes sociales para proporcionar información útil para los representantes de ventas.
- Medir el éxito del método empleado.
- Colaborar con los diferentes equipos de la empresa para obtener un resultado exitoso.
¿Por qué realizar esta estrategia?
Es importante realizar esta estrategia porque cada día las empresas y sus métodos para llegar a los clientes van evolucionando y cada vez se vuelve más personal el trato hacia nuestros clientes. Por eso, no debemos quedarnos atrás. Este método nos permite conocer más en profundidad a nuestros clientes, saber sus gustos y poder relacionarnos con ellos a fondo como si fuéramos sus amigos.
¿Cómo se mide el éxito?
Podemos determinar el éxito de nuestra campaña creando una sencilla fórmula en la que relacionemos el aumento de las ventas con la cantidad de seguidores en nuestras redes sociales.
Debemos también analizar los influencers adquiridos y si observamos un incremento de todas estas variables, entonces habremos obtenido una campaña exitosa.
Sin embargo, los influencers son el último indicador que va a aumentar en nuestra fórmula, por lo que, si al principio no sube, ¡no desesperes!
Como conclusión, podemos afirmar que es una magnífica técnica que nos ayuda a aumentar la cantidad de clientes y prescriptores de nuestra marca, por lo que debe ser aplicado de forma responsable y constante en nuestra empresa.
¿Qué te parece? ¿Has aplicado alguna vez este método?
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