El 21 de septiembre comienza el Otoño y también se celebra el Día Mundial de la Paz y, desde luego, merece una mención. En términos de marketing, la supervivencia empresarial tiene mucho de competencia y un poquito de guerra. Pero si hay un concepto técnico mercadológico realmente vinculado al mundo bélico, este es el marketing de guerrilla. Vamos a analizarlo para ver cómo podemos sacarle el máximo partido.
Estrategia de guerrilla para las empresas
Cuando buscamos eficacia de marca con menos dinero y altas garantías de éxito, la creatividad es fundamental. Igual que los guerrilleros que se enfrentan a un ejército numérica y técnicamente superior seleccionan muy bien sus lugares y momentos de enfrentamiento y ataque para escoger los que les ofrecen grandes ventajas al luchar, así actuamos las empresas que asumimos un plan de guerrillas.
Y ello lo hacemos con audacia, imaginación, capacidad de sorprender, bajo coste, métodos poco convencionales, trabajo, humor y el objetivo de conseguir resultados virales.
¿Cómo diseñar una estrategia de guerrilla?
Seis son los pasos fundamentales que han de preceder a todo diseño estratégico:
1. Definir con precisión nuestro buyer persona, especificando quién es, qué lo motiva y qué necesita.
2. Identificar y utilizar sus touch points. Es decir, los medios y canales que suele utilizar, aquellos con los que habitualmente entra en contacto.
3. Establecer la meta, estructurada según objetivos inteligentes alcanzables con los recursos disponibles.
4. Impulsar la creatividad, orientándola hacia los 3 puntos previamente concretados.
5. Evaluar, medir y controlar. Es fundamental que monitoricemos y precisemos periódicamente el retorno de la inversión efectuada.
6. Reaccionar. Si todo marcha bien, insistimos o mejoramos. Si no es así, implementamos los cambios oportunos.
Buenos ejemplos de acciones de marketing de guerrilla
En un área del marketing tan específica como esta, cuyas características concretas han de personalizarse al máximo en función de cada proyecto y realidad empresariales, los ejemplos son la principal fuente de inspiración. No porque vayamos a copiarlos tal cual se realizaron, sino porque nos identifican ámbitos de exploración en los que podremos encontrar esa solución creativa que buscamos.
Proponemos, a continuación, varios de ellos, asociándolos a algunos de los conceptos que podemos aplicar en nuestras estrategias de guerrilla.
Coca-Cola y la gélida nostalgia
Una marquesina de autobuses decorada con chupones de hielo en pleno invierno, junto a imágenes apetitosas y espectaculares de este mítico refresco entre hielos y placas de congelador, produce un claro contraste en la psicología de los ciudadanos que intentan superar el frío invierno, a temperaturas próximas a los cero grados. ¿El resultado? La nostalgia de esa satisfactoria sensación de beber coca-cola durante la época cálida e, inconscientemente, el deseo de comprarla en ese instante.
Tyskie y la comunicación que sorprende
La publicidad intrusiva nos molesta... cuando no está justificada ni aporta nada. Ahora bien, cuando esta marca de cervezas aprovecha los pomos de una puerta transparente para asociarlos a una espectacular jarra de cerveza con espuma y casi nos sentimos sosteniéndola al entrar a ese bar o supermercado, nos resultará difícil no pedirla en cuanto sea posible. Si somos creativos en los espacios publicitarios empleados, y lo hacemos con empatía, el mensaje siempre cala.
Espectáculos al ritmo de la música
¿Cómo promocionar en Ámsterdam Hair, uno de los musicales más famosos de la historia? Qué mejor idea que organizar una performance de flashmob y convocar a bailar en una zona transitada de la ciudad a todas las personas que quieran. La coherencia y la adecuación, como vemos, siempre son ingredientes clave en la viralidad y el impacto empresariales.
El marketing de guerrilla es altamente efectivo y rentable cuando va acompañado del acierto. Sin embargo, no siempre es posible asegurar este último factor.
Y tú, ¿te lanzas al marketing de guerrilla? Anímate y déjanos un comentario
Sin comentarios