¿En qué consiste el marketing basado en personalidad y cuáles son sus ventajas?

Psicologia y marketing son dos términos que van unidos desde hace tiempo de una forma consciente y mucho más tiempo de una forma inconsciente.

¿Cuánto de verdad hay en el denominado neuromarketing?

Cada vez es más frecuente oír hablar de las más variadas teorías en torno a términos y conceptos como el neuromarketing. Estas son generadas y elaboradas de forma inconsistente y pretenden establecer el origen último de las decisiones de compra en mecanismos cerebrales y ancestrales con poco control por parte del ser humano. Así, sugieren como posible la panacea de un marketing programable por impulsos casi mecánicos que, al incidir directamente y sin filtros sobre el inconsciente, provocan la decisión compulsiva por instinto.

Si bien es cierto que las ciencias que estudian el sistema nervioso del ser humano pueden ser aplicadas en algunos aspectos al marketing tecnológico, no es menos cierto que pretender hacer de esto un todo, prescindiendo de las ciencias del comportamiento, solo puede conducir al error.

El cerebro humano es mucho más complejo que la pretendida reducción a un denominado "cerebro reptiliano" al que se le atribuye la responsabilidad suprema de las decisiones en base solo a un instinto que puede prescindir del sistema límbico y del racional. Es una teoría tremendamente simplista expuesta por Paul D. Mclean en los años 60, ampliamente superada y rebatida, pero a la que algunos han intentado sacar partido y resucitar en estos tiempos, no sin un cierto oportunismo.

Como suele ocurrir, no es oro todo lo que reluce y psicología y marketing, así como otras ciencias del comportamiento, establecen pautas mucho más sólidas de trabajo combinado que giran en torno a muchos factores, entre los que destaca la personalidad.

¿Qué es el marketing basado en la personalidad?

Hoy por hoy, la necesidad de definir la identidad de una empresa y trasladarla a una imagen a través del branding y la estrategia es algo comúnmente aceptado y el marketing de personalidad es aquel que lo que persigue es conectar el estilo de la marca definida con aquellos perfiles que presentan rasgos afines a la misma, bien con el objetivo de hacerles llegar ofertas certeras, fidelizarles a la marca, atraerles a ella, o bien para darse a conocer.

Pero esto no significa necesariamente que las acciones tengan que ser dirigidas exclusivamente a un perfil determinado y exactamente coincidente con la marca. Significa, más bien, que, conociendo las características definidas en la identidada de la marca, se establezcan los mejores medios que esta puede emplear para llegar a los diferentes perfiles de personalidad.

¿Qué son los perfiles de personalidad?

El marketing parte de la base de aceptar doce tipos de perfiles de personalidad definidos, que estructuran todas las personalidades que encontramos en la sociedad y que fueron definidos por el psicoanalista Jung.

Estos perfiles abarcan desde lo que Jung define como el inocente hasta el gobernante, pasando por el hombre corriente, el amante o el villano y así hasta doce tipos en los que se detalla perfectamente a qué estímulos obedecen. La ciencia del marketing, a través de la analítica, ha conseguido detallar a qué tipo de campañas responden, qué valoran en una marca, cuáles son sus productos favoritos, sus estándares de calidad y todo tipo de detalles que puedan permitir configurar estrategias con precisión.

¿Cómo se desarrolla una estrategia de marketing basada en la personalidad?

Gracias a las nuevas tecnologías y la analítica, hoy conocemos con mucha más profundidad y precisión a quién y cómo dirigirnos así como los medios idóneos para llegar a él.

En definitiva, se trata de establecer estrategias que destaquen los valores más afines a cada segmentación propuesta, definiendo mensajes personalizados y utilizando los cauces de difusión idóneos para alcanzar al destinatario de las mismas de una forma inconfundible.

Es evidente que la combinación de la ciencia con la potencia que brindan las nuevas tecnologías favorece la posibilidad de definir exhaustivamente las diferentes estrategias. De esta forma, el marketing adquiere una nueva dimensión, haciendo posible que la combinación de psicologia y marketing tecnológico alcance su máximo potencial de efectividad.

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