Instagram es una de las redes favoritas para perfiles populares (influencers), personajes públicos y empresas, para darse a conocer. La red permite llegar a una audiencia de alrededor de 850 millones de usuarios. Si se utiliza una estrategia de posicionamiento adecuada a la misma, el número de impresiones de una campaña puede ser elevadísimo.
No obstante, desde hace algún tiempo, muchas cuentas de estos perfiles de éxito y cuentas de empresas, han decidido hacer sus cuentas privadas. Es decir, solo están visibles para aquellos usuarios que solicitan ser seguidores y son aceptados por el perfil.
¿Por qué decide una empresa hacer su perfil privado?
Conocer los entresijos de una red social lleva su tiempo. Adicionalmente, la propia cultura de la misma, se va modelando con el tiempo. Esto da lugar a cambios de comportamiento en ciertos perfiles que, a priori, no parecen comprensibles. Pero todo tiene su explicación.
El pistoletazo de salida lo dieron ciertas cuentas influencers de creación de memes e imágenes propias, que buscaban proteger su actividad creativa y controlar a los seguidores de su perfil para poder acotar posible plagios. Y también, por qué no decirlo, bloquear el acceso a cuentas troll que mediante críticas agresivas, pretendían hundir su popularidad.
Además, el hecho de que un perfil público sea universalmente accesible puede restar cierto glamour . Aquí aparece otra motivación: la exclusividad.
Una de las novedades de Instagram más recientes es la funcionalidad de mejores amigos. Un grupo selecto de usuarios al que poder enviarles historias que no son visibles para el resto de seguidores de un perfil. Esta opción, a buen seguro, ha dado que pensar a muchas empresas. Con estos ?mejores amigos? se puede contar con un grupo de seguidores VIP para ventas privadas, promociones especiales, etc. Estrategias que buscan que el perfil seguidor o potencial cliente, perciba que es exclusivo.
Llegados a este punto, una empresa puede decidir, no solo generar contenidos exclusivos para sus ?mejores amigos?, sino hacer su perfil totalmente privado. ¿Cuál sería la estrategia detrás de una acción tan radical? ¿Qué se consigue con ello?
Privacidad
La privacidad está de moda. No son pocos los usuarios que ven adecuado un perfil que quiere restringir el acceso a sus publicaciones. Da una imagen de sensatez y de querer enfocar los contenidos para el público objetivo y no para todo aquel que pase por ahí.
Exclusividad
Cuando la cuenta de un influencer, por ejemplo, pasa de pública a privada, sus seguidores se sienten en cierto modo elegidos. El resto experimentan en ese momento la curiosidad, lo cual puede incluso generar un aluvión de nuevos seguidores que no quieren perderse la actividad de ese perfil. Antes de ser privados, no era necesario seguirlos para ver su actividad. Ahora, sí.
Gestión de seguidores
Es una consecuencia natural hacer una selección de seguidores cuando un perfil se torna privado. Un seguidor que es echado de un perfil de este tipo, no puede volver a él. Puede ser una técnica muy útil para asegurar que la audiencia es la adecuada y, así, cultivar una comunidad a medida con una cultura y aficiones comunes. Eso aumenta el valor de esa comunidad, lo cual será apreciado por los seguidores positivamente.
¿Todo son ventajas?
Evidentemente, no. Convertir un perfil en privado solo se puede hacer desde cuentas personales. No desde cuentas tipo business. Esto conlleva la pérdida de algunas funcionalidades de este tipo de cuenta. Adicionalmente, puede sentar mal a algunos seguidores y generar una pequeña tasa de rebote.
Un perfil privado puede ser una gran estrategia para una marca. Pero deben de sopesarse bien los pros y contras de esta decisión.
¿Qué tipo de marcas son más adecuadas para este tipo de estrategia?
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