Los recuerdos pueden convertirse en una poderosa herramienta de marketing digital. Después de años buscando la "receta mágica" para llegar al consumidor, parece que los anunciantes han descubierto que, en las emociones, reside una poderosa arma para conectar con su audiencia. Y estas emociones (positivas, claro) pueden ser evocadas con los recuerdos.
Los recuerdos en el marketing digital
Ya se ha demostrado que, en marketing, alinear las emociones con una estrategia de ventas ha resultado ser un éxito. Si, además, se es capaz de asociar los buenos recuerdos de la audiencia con nuestro producto o servicio probablemente se aumentará la capacidad de facturación y fidelidad.
Desde la comida rápida, hasta los cereales del desayuno o el juego online, las marcas inteligentes atraen la atención de su público objetivo apelando a sus recuerdos felices. Pero, ¿por qué tiene tanto éxito esta técnica?
Revivir recuerdos positivos e iconos queridos del pasado hacen sentir bien. Aunque se tenga horarios de trabajo imposibles, grandes responsabilidades o problemas, los buenos recuerdos siempre hacen sonreír, lo que significa una mayor receptividad a los mensajes de una marca.
Por otra parte, cuando una persona siente algo o se preocupa, es mucho más probable que actúe. Si se logra conmover a un consumidor hasta ese punto, se habrá realizado una pre venta segura.
Además, en un mercado como el actual, donde continuamente están asaltando medios digitales impersonales, construir una conexión con la audiencia a través de los recuerdos y las emociones es todo un revulsivo. Asociar los mensajes de la marca con referencias positivas a los años 90, 80 o, incluso, 70, las humaniza, forjando conexiones significativas entre el pasado y el presente.
Riesgos de crear un gancho emocional con esta táctica
Si bien las tácticas de marketing centradas en los recuerdos tienen, claramente, beneficios importantes para las marcas, no están exentas de riesgos. Las empresas que se apresuren a emplear estas estrategias y recurrir al pasado sin tener en cuenta el contexto actual, puede caer en la irrelevancia o la incomprensión.
La clave es crear un gancho emocional utilizando los recuerdos y, al mismo tiempo, ofrecer algo nuevo. La combinación perfecta de pasado y presente. Por ejemplo, el éxito de Pokémon Go radica en que se vincula una historia muy querida para todos con el primer ejemplo real de realidad aumentada. Para muchos, jugar a este juego satisface doblemente: por una parte les ofrece felicidad innata y, por otra, les da la oportunidad de explorar algo nuevo y emocionante.
Las campañas exitosas de marketing requieren de mucho trabajo y, sin autenticidad, incluso las mejor diseñadas, fracasarán.
En este punto, la cuestión radica en que cómo es posible identificar esos momentos especiales para una generación. El marketing centrado en los recuerdos tienen éxito cuando las marcas siguen el pulso de la cultura moderna, escuchan de qué habla la gente y son capaces de conectarse a esas ideas para crear sus campañas. Una buena idea es estar al día de las redes sociales y apuntar las tendencias.
El marketing siempre ha estado buscando comprender a su audiencia y es posible que, finalmente, hayan sabido cómo hacerlo. Es difícil pasar por alto lo que claramente se perfila como una de las tendencias más interesantes del marketing moderno.
En definitiva, una campaña de publicidad basada en recuerdos es capaz de tocar la fibra sensible de los consumidores de varias generaciones. Las mejores campañas, en este sentido, son las que se configuran de manera oportuna y relevante, pero también deben ser auténticas, con un fuerte gancho emocional que capture la lealtad de la audiencia con la marca.
¿Cuáles son los anuncios que más han emocionado de toda la historia?
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