Hoy en día, muy pocas personas no saben qué es Instagram, ya que se trata de una de la redes sociales más conocidas y usadas en todo el mundo. Durante estos últimos años, la empresa fundada por Mike Krieger y Kevin Systrom ha ido aumentando tanto sus usuarios que, a día de hoy, es una aplicación que casi todos tenemos o, al menos, hemos instalado en algún momento en nuestro dispositivo móvil.
¿Para qué sirve Instagram?
Esta app tiene una utilidad muy simple: compartir tanto imágenes como vídeos con toda la comunidad de usuarios. La red social funciona con gente y perfiles reales en los que, mediante publicaciones, ya sean en el propio muro o en las stories, podemos mostrar al resto de internautas todo aquello que se nos pase por la cabeza.
Además, las demás personas podrán comunicarse con nosotros de manera directa. Para ello, hay unas cuantas opciones que escogeremos dependiendo del grado de afinidad: podremos responder a la publicación con un comentario, dar un like o, en su defecto, enviar un inbox para que este se lea íntimamente.
Al subir una fotografía o una historia la red social, el objetivo final suele ser que alguien, ya sea otra empresa o perfil concreto, vea la publicación que acabamos de realizar. En definitiva, llamar la atención de otros usuarios para darnos a conocer y recibir cuantos más likes mejor. De este modo, lograremos posicionar nuestro perfil en la página principal de la app.
Los corazones en las publicaciones
La herramienta de Instagram no funciona solamente con comentarios y respuestas. Existe otra interacción aún más famosa y conocida: los corazones, el like o, lo que es lo mismo, el «me gusta».
Desde su fundación, la aplicación móvil, que también puede usarse desde el ordenador o la tablet, funciona gracias a las interacciones entre todos sus internautas. Podremos dar y recibir «me gusta» y la red social lo contabilizará con un cierto número de corazones. El proceso es muy sencillo: si la fotografía o vídeo subido a la plataforma tiene 10 likes, este obtendrá 10 corazones. Si tiene 100 likes, 100 corazones.
Esta realidad, sin embargo, ya tiene sus días contados. Y es que, desde Estados Unidos se ha querido lanzar una fase de prueba en la que nosotros, como usuarios, ya no podremos tener acceso ni al uso ni a la notificación de los likes.
Para muchos, este cambio reducirá drásticamente toda presión social posible y las comparaciones que esta plataforma nos generaba por culpa del método de «cuántos más mejor». Sin embargo, para otros, la noticia es de todo menos buena.
Recordemos que esta aplicación es perfecta para todas aquellas empresas que se quieren dar a conocer. Así que, si usamos la aplicación como trabajo, esta reforma no es la mejor para nuestro negocio.
Eso es debido a que, gracias a las interacciones con los usuarios mediante likes o comentarios, las compañías han podido ir trabajando mejor sus productos y, sobre todo, han recibido un feedback casi perfecto de lo que los clientes opinan de su trabajo. En este sentido, si la red social elimina dicha interacción, a las empresas les costará más saber qué es lo que piensan los usuarios.
Tenemos la última palabra
Ante este mar de dudas e incertidumbre, Instagram ha decidido dejar la decisión final en nuestras manos. De esta manera, podremos escoger entre ver o no los likes de las publicaciones que hagamos, así como las del resto de nuestro feed. También podemos quedarnos como estábamos antes del cambio.
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