Que las redes sociales aparecieron en 1991 y que lo hicieron para quedarse está claro. Pero lo que nadie pensaba en la década de los noventa es que tendrían tanto peso en nuestro día a día. Las usamos tanto para innovar en la cocina con nuevas recetas de los fooders, como para seguir consejos de moda y lifestyle, a estas personas que marcan tendencia se les denomina genuinfluencers.
Lo que todos ellos tienen en común es su gran influencia en sus seguidores. Y en muchas ocasiones aprovechan este tirón de audiencia para recomendar el consumo de un determinado producto que presentan con naturalidad a través de reels o de directos. Estos usuarios consiguen sin apenas esfuerzo que sus followers adquieran los productos que aparecen tanto en sus fotos como en sus vídeos.
¿Pero qué consiguen a cambio los genuinfluencers?
Los genuinfluencers cobran a cambio de esta publicidad tan directa pero tan poco agresiva al mismo tiempo, pues pueden llamar al consumo de un producto aludiendo a sus beneficios. Todo esto sin que se note su intención de venderlo. Marcan tendencias y modas, por lo que las personas que los siguen desde hace tiempo confían plenamente en su criterio.
Además no sienten que les están persuadiendo, como pasa en cualquier otro tipo de publicidad. Y esta es la clave: no parecer publicidad, sino un ritual cotidiano más, que recomiendan de forma altruista. Por eso en muchos casos, algunos de estos influencers han optado por reseñar si el post se trata de publicidad o no. Pues en algunos casos, algunos de ellos recomiendan productos de firmas que no les pagan y lo hacen simplemente porque les parece una buena opción.
Son muchas las empresas que están optando por la contratación de los genuinfluencers para llegar a público más joven. Pues de otra manera sería más difícil abordarlos dado su bajo consumo en medios de comunicación convencionales como la televisión, la radio y la prensa escrita.
Hay que tener en cuenta además, que dependiendo del público objetivo de cada influencer, se les asignan determinados productos que se hacen prácticamente necesarios para ellos. Por ejemplo, un tipo de pañales de bebés en una cuenta de una madre instagramer o una determinada marca de proteína en una cuenta deportiva. Esto significa que la publicidad está mucho más centrada y por lo tanto es más directa, pues el grado de interés de la audiencia por dichos productos es elevado. Sin embargo, un anuncio de papillas en televisión no tiene el mismo interés para un adolescente que para una madre primeriza.
También es cierto que el éxito en este tipo de publicidad está en no parecer publicidad, sino más bien información para que los usuarios y usuarias puedan tomar sus decisiones libremente. Aunque siempre lo harán bajo la influencia de personas que admiran y a las que valoran en alto grado dentro del mundo virtual. Un lugar al que mucha gente va en busca de apoyo, de sentimiento de comunidad, para desahogarse o para reírse y descansar del estrés diario. Por lo que a fin de cuentas, terminarán comprando un producto en un momento en el que se encuentran relajados y que por lo tanto son más accesibles.
Por todo ello, los genuinfluencers tienen un alto grado de responsabilidad. Ya no solo a la hora de dar una información precisa de un producto, sino en el momento de que dicho bien funcione. Pues su reputación se vería afectada negativamente si sus seguidores percibieran que sus recomendaciones son un engaño.
¿Y tú, cuántos productos has comprado bajo recomendaciones de los influencers?
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