¿Cómo generar branding visual?

En el ámbito en el que nos movemos, lo visual es un factor relevante, ya que es una forma efectiva de transmitir la personalidad de la empresa. Pero, sobre todo, de ayudar al cliente ideal y al público objetivo a reconocerla y a identificarse con ella. Hoy nos toca incidir en el branding visual.

¿Qué es el branding visual?

En pocas palabras, se trata de una pieza más dentro del rompecabezas de la identidad corporativa. Se compone de los elementos visuales que rodean a una firma en cuestión.

¿Cuáles son sus elementos principales?

- Logo. Compone la imagen principal que nos representa. Puede ser a través de palabras o con un logotipo de icono tradicional.

- Tipografía y fuentes. El estilo de la fuente y su combinación deben respaldar la personalidad de la firma. ¿Cuáles son las cualidades emocionales que se intentan transmitir al público objetivo? Igualmente, elegir correctamente el estilo de la fuente nos ayudará a comunicar visualmente aquello que se pretenda decir.

- Paleta de colores o combinación de colores. La elección del color nos ayudará a transmitir la idiosincrasia de la empresa.

- Textura y patrones. Igual que las fuentes y los esquemas de color, las texturas y los patrones son un método rápido de identificar a una compañía.

Cómo crear una marca poderosa

Principalmente, hay tres cosas beneficiosas para la empresa y su identidad que podemos hacer:

1. Asegurar que los elementos elegidos destaquen e identifiquen a la empresa. Además, es fundamental que nos diferenciemos de la competencia.

2. Certificar que el diseño final evoca una respuesta emocional. Debe impulsar la singularidad de la firma, no confundirla ni entrar en conflicto con ella.

3. Ratificar la coherencia de todos los elementos. Solo así lograremos que nos identifiquen desde cualquier medio o a través de cualquier formato.

Beneficios para el marketing de marca

¿Qué implica la puesta en marcha de un buen branding visual?

1. Una memorización más efectiva

El hecho de utilizar elementos que compartan una lógica, un estilo y un carácter facilita que los clientes identifiquen y se identifiquen con las marcas.

Cualquier cambio (por pequeño que sea) puede llegar a confundir al cliente e interrumpir su proceso de memorización. Por eso es vital respetar la consistencia en todo momento.

2. Mayor reconocimiento

¿Qué nos facilita reconocer a algunas personas? Su apariencia externa, su postura, el tono de su voz, su comportamiento... A fin de cuentas, somos un conjunto de características específicas.

Por lo tanto, podemos reconocer fácilmente a las personas a través del prisma de estos elementos. De acuerdo con esto, que una persona cambie el color de su pelo o su estilo de vestir puede complicar el reconocimiento.

Lo mismo sucede con las marcas. La identificación debe mantenerse en una dirección predeterminada. De lo contrario, puede ocurrir que los destinatarios no la reconozcan y, por ende, no la consuman.

3. Mayor confianza

Observando lo que vemos, evaluamos, sacamos conclusiones, analizamos lo que podemos esperar. Esto se aplica a nuestros clientes potenciales.

Si los elementos que representan un producto o servicio están en equilibrio y armonía los usuarios percibirán que detrás hay una compañía seria y organizada. Estos factores son cruciales para crear una personalidad distintiva.

4. Multiplica el ROI

Contratar a profesionales que definan una identidad visual ordenada y consistente puede parecer un gasto innecesario, sobre todo en la etapa inicial de un negocio; sin embargo, es una inversión que a largo plazo merece la pena, puesto que favorecerá nuestro ROI (retorno de la inversión).

Una imagen consistente otorga credibilidad y profesionalidad a la marca. De este modo, atraeremos a los clientes de un modo mucho más efectivo.

Por el contrario, un diseño simple o vulgar puede espantar a los posibles clientes potenciales. Como sabemos, la primera impresión es la que cuenta.

Además, la lealtad hacia la firma es una de las cosas más buscadas dentro de un negocio. Una vez alcanzado el propósito, las posibilidades de que la compañía en cuestión sea mencionada o recomendada aumentan considerablemente.

Por esta razón, es preciso elegir un diseño que simbolice confianza, seguridad y profesionalidad.

5. Mejora la experiencia de los clientes

Una imagen sólida y estable también favorece la experiencia del usuario. Por ejemplo, si tenemos una empresa de transporte público con un emblema bien definido, estaremos facilitando que nuestros clientes nos reconozcan y no nos confundan con otra flota.

En definitiva, los símbolos visuales pueden ayudar a diferenciar la historia única de una compañía en el mercado. Si bien una imagen no define el alcance completo de la narrativa, los valores o la diferenciación facilitan la construcción de asociaciones estratégicas en la mente de los consumidores.

Dicho esto, es importante aprovechar el branding visual con una mentalidad basada en la investigación: nunca sabremos todo lo que hay que saber sobre nuestro público objetivo. De esta manera, lo mejor que podemos hacer es mantenernos conectados con los consumidores y tratar de hacernos un hueco en su mente.

Y tú, ¿ya has creado una marca consistente? ¿Qué estrategia has seguido?