Nadie puede discutir la eficacia del marketing olfativo cuando al entrar en un cine le inunda el olor a palomitas de maíz o al entrar en un supermercado, ese maravilloso olor a pan recién hecho.
Del mismo modo, es un hecho probado el storytelling es un elemento diferenciador a la hora de presentar un producto o servicio. Enmarcarlo en un relato refuerza el mensaje y maximiza su valor de cara al cliente potencial.
¿Por qué unirlos?
Ya se ha dicho que una historia bien contada, ayuda de manera diferencial a entender el valor de un bien o servicio. Del mismo modo, esta historia intenta apelar no solo a valores cuantitativos o cualitativos sino también emocionales.
Cuando se entra en el territorio de las emociones, es cuando el marketing olfativo gana un peso significativo en el posicionamiento de la narrativa de una historia. Hablamos de neuromarketing , una herramienta muy potente.
Imagen de marca
Sin citar a la empresa. Uno se encuentra paseando por un centro comercial y, de repente, le inunda un olor dulce a fresa. Muy intenso. Tanto que hasta imagina el color rosa en su mente. ¿A que no es necesario nombrar a la juguetería? La historia de diversión, alma de la venta de juguetes, se junta con el olor a chicle, a momentos de infancia y de dulzura.
Igualmente, pasará lo mismo con una cadena especializada en productos naturales. Ropa, complementos de hogar, inciensos, velas, etc. Una cadena que pretende evocar ecología, naturaleza y consumo responsable con el medio ambiente. Cuando se entra en esta tienda que cuenta su motto y su filosofía, el olor confirma el mensaje. Sí: es aquí donde se conecta con el planeta y la naturaleza.
Narrar emociones
La fuerza del storytelling es alta pero el consumidor está acostumbrado a ella y puede necesitar un impulso adicional. Que se le narre una emoción.
Como defiende Ana Andjelic, renombrada Executive Brand Consultant con más de 90 publicaciones y más de una decena de premios y reconocimientos: ?los olores crean las impresiones más inmediatas y más emocionales, y está demostrado que influencian en los comportamientos de compra?.
Así que, ¿por qué no incluir el marketing olfativo en una historia para reforzar el mensaje? Ya existen pruebas piloto en cines norteamericanos que, al presentar el anuncio de un café, inundan la sala con el aroma. Con ello, la historia narrada del momento del desayuno, adquiere un potencial superior.
Realidad aumentada
Es un término muy de moda y que también se utiliza para ampliar la intensidad de una historia . Es muy fácil que se identifique esta técnica y tecnología en el campo visual, pero no es el único de los sentidos que puede proporcionar ese ?aumento? de una historia.
Hoy en día, no solo la generación millenial es el objetivo, la llamada generación X ya empieza a entrar en edad adulta. Ambas generaciones conforman ya una masa de consumidores respetable. Estos colectivos, en cuyas vidas se integra con naturalidad la experiencia digital, entienden el storytelling como algo irrenunciable y exigen que se apele a las emociones. Como se indicaba en el apartado anterior, el olfato es quizá el más potente de los sentidos a la hora de generar esas emociones.
El ejemplo antes mencionado del café acompañado de su aroma es una experiencia de realidad aumentada en toda regla y su eficiencia será sin duda más elevada que la de una historia que se despliega sin atacar a ningún otro sentido.
Es el momento de las emociones para posicionamiento
Es el momento de reforzar las historias apelando a los sentidos además de al intelecto. La combinación de storytelling y marketing olfativo para el posicionamiento de una marca o producto puede ser una de las claves.
¿Qué productos o servicios pueden beneficiarse más con esta estrategia?
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