Las redes sociales dan la oportunidad de conocer a mucha gente con perfiles muy diferentes. Además, permiten enseñar las cosas que se eligen y se quieren mostrar a los seguidores. En caso de que la privacidad de la cuenta del perfil no esté configurada como cuenta privada, otros usuarios de la red (no seguidores) podrán también asomarse a las publicaciones. Hasta aquí todo correcto: cada uno sube lo que quiere y se lo enseña a quien quiere. Pero...
¿Es seguro compartir ciertos aspectos en redes sociales?
Pues la respuesta es clara: no. Detrás de cada publicación enviada hay una serie de mensajes implícitos que otras personas pueden estar captando y no siempre con buenas intenciones. Empezamos:
Alguna vez se suben fotos del domicilio, un selfi dentro o fuera de casa, un enfoque desde la ventana, etc. También se quiere inmortalizar un retrato de familia o de las últimas vacaciones en un entorno que puede ser la envidia de quienes la vean, ya que queda muy bonita y se sube al perfil. ¿Qué hay de malo? Hay que tener en cuenta 7 señales de precaución.
-
La ubicación y background
Redes como Instagram y Facebook hacen que toda foto subida quede ubicada geográficamente y publicada. Así que ya se está mostrando el domicilio y lugares habituales. En los ajustes del teléfono existe la opción de elegir que la aplicación muestre o no la ubicación.
Otra forma de transmitir información de manera implícita es a través del fondo que enseñan las imágenes (background). Por ejemplo, una foto de familia que da una pista de cuantos son sus miembros, puesto que alguien podría hacerse pasar por una persona conocida.
-
Comentarios o quejas laborales
Hay momentos en los que se pueden tener quejas del trabajo, de la manera de ser del jefe, de algún compañero, pero las redes no son el mejor lugar de desahogo. Es posible que pueda leerlo la persona aludida o su entorno y generar algún conflicto.
-
Las vacaciones y salidas de domicilio
Hay a quien le gusta compartir cuándo tiene las vacaciones o va a salir de viaje. Cuenta dónde va a ir, cuánto tiempo o con quién. Con ello, comunica que deja la casa sola y se lo pone más fácil a los amigos de lo ajeno.
Sería mejor esperar a enviar fotos del viaje una vez se ha regresado de las vacaciones y ya se esté en casa.
-
Fotos de otras personas
Se puede comprometer la imagen de otros cada vez que se suben fotos de grupo, de los hijos u otros menores, en definitiva, de otras personas. Es necesario ser responsable de esas publicaciones. Esas imágenes pueden caer en manos de usuarios que las usen de forma inadecuada.
-
Hábitos
A veces se tiende a fotografiar escenas de las rutinas personales. ¡Cuidado!, alguien puede hacer pronóstico de esas costumbres y aprovechar la situación para robar en nuestra ausencia.
-
Fotos comprometedoras
En un momento de optimismo hay quien sube una foto que considera graciosa o simpática y muestra una imagen personal que, más tarde, considera inadecuada. Como esto puede suceder, antes de hacerlo es bueno preguntarse: ¿me gustaría que lo vieran los amigos, compañeros y familia?
-
Fotos de documentos privados
Está de moda publicar papeles personales sobre la vacuna COVID-19, la factura de un servicio u otros documentos que enseñan una dirección, una cuenta de correo, número de teléfono, de la tarjeta de crédito, etc. Hay que asegurarse que estos datos no se muestran. Podría dar pie a suplantaciones de identidad y ser el comienzo de un fraude.
Hay que tener cuidado de cómo se configura y nutre el perfil en las redes sociales puesto que no todo vale, ¿Qué te parece? Seguro que conoces situaciones o has tenido alguna experiencia que puedas compartir, así que déjanos tus comentarios.
Sin comentarios