Antes de que aparecieran los algoritmos de Google, algunos especialistas en posicionamiento SEO se dedicaban a manipular los motores de búsqueda para que sus páginas estuvieran mejor posicionadas y, así, conseguir más visibilidad. Esta práctica es popularmente conocida como Black Hat SEO, ya que trata de engañar a los algoritmos para posicionar páginas de manera poco natural. Lo desarrollamos a continuación.
¿Qué es el Black Hat?
Lo que se denomina como Black Hat SEO no son más que un conjunto de técnicas que violan las directrices de calidad dictadas por Google, ya que tratan de manipular los algoritmos de búsqueda para conseguir mejorar la posición en la que aparecen algunas páginas. Además, hoy en día se sigue practicando y, por este motivo, es importante saber cómo evitarlo para no ser penalizado por Google.
Si Google descubre esta manipulación, aplica una penalización que, en algunos casos, implica la desaparición del sitio web de las listas de Google. En otros casos, provoca una caída del tráfico orgánico.
Técnicas clave
Para evitar que Google penalice un sitio web, debemos evitar las siguientes prácticas las cuales son consideradas maliciosas por los algoritmos:
1. Copiar contenido. La creación de contenido de calidad es uno de los principales factores que ayuda a conseguir un buen posicionamiento. Una técnica común de este planteamiento negativo es generar contenido de manera automática, usando muchas palabras clave de baja calidad.
2. Cloaking. Consiste básicamente en crear dos páginas: la primera está destinada al motor de búsqueda y, la otra, a los usuarios. El objetivo es posicionar una página con el uso de contenido creado por el propio buscador, cuando en realidad se está dirigiendo a los usuarios a otras páginas diferentes. Se considera una práctica negativa porque engaña a los usuarios y perjudica su experiencia de búsqueda.
3. Keyword Stuffing. Esta práctica se basa en repetir de forma excesiva y de forma antinatural una serie de palabras clave. Resulta contraproducente a la hora de posicionar una página web.
4. Enlaces pagados. Conseguir enlaces de calidad es una tarea que requiere tiempo. Se trata de conseguir enlaces de calidad para generar otros miles de enlaces. Una práctica maliciosa consiste en comprar enlaces de baja calidad para que generen más enlaces, pero que no son útiles.
5. Datos estructurados. Los algoritmos penalizan el uso de fragmentos enriquecidos con la finalidad de conseguir reseñas falsas que disparen las posiciones SERP de un negocio. Es una forma que no se considera ética para conseguir más visibilidad y tráfico orgánico para la empresa.
En resumen, hemos de posicionar las páginas web con contenido y enlaces que sean relevantes y, sobre todo, capaces de atraer un tráfico de calidad, evitando el Black Hat SEO.
Y tú, ¿qué prácticas de SEO llevas a cabo?
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