La estrategia publicitaria consiste en un conjunto de técnicas que facilitan la captación de la atención y la transmisión de un mensaje publicitario. Además, el mensaje pretende la generación de un efecto que movilice la voluntad del comprador y que persista en el tiempo. Esta cuádruple dimensión debe estar presente en el diseño de una campaña publicitaria.
La estrategia en publicidad se traza sobre el conocimiento profundo de un producto o servicio y del mercado al que va destinado. Sobre esta base comercial se aplican ideas obtenidas de la psicología, la sociología y la semiótica para asegurar la llegada a un público bien segmentado.
Al final de una campaña, la eficacia publicitaria se mide con criterios objetivos, cuantificables. También hay que pensar que el objeto de las acciones debe derivar en consecuencias comerciales concretas. Es decir, para los profesionales del sector la aparente libertad de la creación inicial se cierra con un examen muy riguroso y contrastable de sus efectos en las ventas.
La publicidad en Internet ha abierto un nuevo espacio de actuación que incrementa el número de herramientas utilizadas Asimismo, se observa que reduce considerablemente el tiempo de respuesta por parte del público al que va dirigida una campaña.
Toma nota de los 3 tips que debes tener en cuenta en tu estrategia publicitaria
Una campaña publicitaria tiene como fin atraer a las personas hacia una oferta que puede despertar su interés. Pero las circunstancias del mundo actual con una cantidad abrumadora de información en los medios hacen que los mensajes queden diluidos entre un tenaz ruido de fondo.
La publicidad en Internet facilita llegar a cada cliente en el momento que el cliente solicita un tipo específico de datos relacionados. El mensaje publicitario multiplica sus efectos comerciales cuando es oportuno, esclarecedor, distinguible y relevante para el público objetivo.
También ayuda tener en cuenta estos tres consejos:
- Despertar la atención y atraer la curiosidad entre un “ruido” comercial intenso de fondo.
El conocimiento de las necesidades, inquietudes y preferencias de las personas hacia las que se orienta un servicio o producto es fundamental. Los contenidos de una campaña deben atender a la perspectiva cognitiva del destinatario del que se espera respuesta.
- Reafirmar los valores de marca.
Las virtudes de un producto o servicio siempre terminan por alcanzar al autor del mismo. El efecto es bidireccional, de tal forma que una trayectoria comercial bien valorada por los clientes siempre se suma a una nueva iniciativa. Con una buena política de marca, las sinergias entre las acciones publicitarias y otras anteriores de la empresa favorecen los resultados.
- Generar efectos persistentes en el tiempo.
Una buena campaña debe asegurar ampliar la duración de los efectos por encima del tiempo inmediato a cada impacto publicitario. Cualquier elemento, del tipo que sea, que haga memorable la experiencia comercial de la publicidad multiplica el alcance de su aplicación. Y, como es lógico, los efectos en ventas se prolongan más allá del período utilizado para la promoción.
¿Cuál es la finalidad de la estrategia en publicidad?
La eficacia de una estrategia en publicidad pasa por una definición muy clara de la finalidad que la orienta. Por eso, conviene que se tenga siempre presente a la hora de diseñar el desarrollo de una intensa actividad de marketing y promoción de ventas. Se pueden resumir en cuatro verbos que indican las acciones esenciales implicadas en los procesos: visibilizar, distinguir, movilizar y rememorar.
Como conclusión, la estrategia publicitaria es esencial para asegurar la actividad de una empresa en un sector de la actividad económica. Representa la producción de oportunidades para crear una comunidad de clientes satisfechos, comprometidos y difusores de las ofertas de una compañía. Nos gustaría conocer en los comentarios tus opiniones y experiencias.
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