El uso de las palabras clave es algo fundamental en el mundo del SEO. Desde los inicios de Internet y de los buscadores como Google, los creadores de contenido, los propietarios de páginas web de todo tipo han recurrido a estas palabras clave para conseguir que sus textos, sus páginas, sus tiendas online, sean indexadas por las arañas de búsqueda y consiguieran un buen posicionamiento.
Ahora bien, un abuso de las mismas palabras en diferentes lugares de una página, en artículos distintos, en descripciones de productos, puede llevar a la canibalización. Este es un fenómeno complejo, pero muy frecuente, que puede influir en el posicionamiento y consecuentemente en las visitas, en el tráfico y, por tanto, en las conversiones.
Cómo evitar la canibalización de palabras clave
Concretamente, este fenómeno se da cuando los motores de búsqueda, al encontrarse en varios lugares de una misma página con palabras clave muy similares, no saben determinar a dónde deben indexar la búsqueda. Por tanto, se produce un error que puede llevarlos a no decantarse por ninguno o a hacerlo por uno que no era exactamente lo que el usuario en cuestión deseaba.
Esto, lógicamente, perjudicará al sitio web, hará que su tráfico caiga y también le acarreará consecuencias negativas en las conversiones y, consecuentemente, en sus ingresos. Es, dicho de otra forma, una especie de competencia interna por las mismas palabras clave de las distintas páginas o secciones de una misma web. Y es una competencia improductiva porque Google, al identificar esa canibalización, sanciona a ambas páginas y evita que salgan en los primeros puestos de los buscadores.
No usar las mismas palabras clave en toda la página
Por tanto, la primera lección que hay que aprender es que no por haber identificado una o varias palabras clave como "estratégicas" en un sector determinado hay que usarlas de forma masiva e indiscriminada en todos los lugares de una página web. Aquí, lo correcto es indagar más y ser más concretos. Es decir, hay que crear textos con temática relacionada, sí, pero con palabras y términos específicos para cada uno de ellos. O, al menos, para un grupo reducido de ellos.
Una forma de evitar esa canibalización, incluso si ya se ha producido, es rastrear la página web en busca de contenido duplicado. Así se identificará ese posible "canibalismo" y se podrá encontrar una solución.
La estructura es importante
Al igual que un lector de un periódico sabe cuando ve una página lo que es un titular, qué noticia tiene más importancia o qué fotografía predomina, el motor de búsqueda de Google o de otro buscador ha de ser capaz de identificar en cada página o sitio web qué estructura, que jerarquía, ha determinado su autor o sus creadores. Y, en función de ello, indexar cada lugar según su temática o su importancia. Aquí tiene gran importancia la arquitectura de los enlaces internos y que los anchor text sean correctos.
En la misma línea, hay que estar concienciados de que cada página que se crea en un sitio web tiene un objetivo determinado. No se construye solo porque sí y, por tanto, no puede ser igual o usar las mismas palabras clave que otra.
Habrá que tener cuidado, por tanto, en la construcción de titulares, etiquetas H1 y H2, meta títulos y meta descripciones que suelen ser los elementos a los que los motores de búsqueda dan más relevancia.
Si se logra esto, además de estar facilitando la labor de dichas "arañas", se estará dando un valor añadido a los potenciales clientes que también tendrán más claro en qué consiste cada sección de la página y dónde encontrar también ellos aquello que buscan.
Hay que tener presente que la satisfacción llama a la acción y que la gente se mueve por las sensaciones que tiene en cada momento.
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