¿Qué es la escalabilidad en marketing?

La escalabilidad es uno de los conceptos clave en el mundo de los negocios durante esta década. Vivimos tiempos cambiantes y es importante hacer lo que podemos con lo que tenemos, encontrar salidas pragmáticas y ser eficiente. La escalabilidad de un negocio implica que este puede crecer, que aún puede pasar a una escala mayor.

¿Cómo se podría definir la escalabilidad?

Podríamos definir la escalabilidad de un negocio como su capacidad de aprovechar sus recursos para hacer frente a una carga de trabajo superior, es decir, a un incremento en la producción. Así, una empresa podría hacer frente a los retos de pasar a una escala superior. En este proceso, están involucrados muchos elementos diferentes. Sin duda, se requiere de flexibilidad y de visión práctica, pero también de unos cimientos adecuados.

A diferencia de lo que pueda parecer, no se trata de un simple crecimiento. El crecimiento, por así decirlo, involucra un aumento de los ingresos, sin mayores matices. La escalabilidad implica un aumento de beneficios sin tener que aumentar los gastos para conseguirlo.

Si una empresa tiene un nuevo cliente y para poder cumplir con sus metas necesita invertir en algún área, simplemente está creciendo. Escalabilidad sería poder gestionar ese cliente sin necesidad de adquirir ningún activo nuevo, ya sea personal, tecnológico o intangible.

¿Cómo lo aplicamos en el marketing?

El marketing ha traspasado las barreras de lo físico y ahora actúa principalmente en el entorno digital. La recopilación de datos y las técnicas de venta online han llevado a muchos negocios a cotas de eficiencia nunca vistas antes. Por este motivo, algunas empresas han descubierto que rentabilizando sus actividades, podrían llegar a más personas sin invertir por ello más dinero.

Escalabilidad

¿Qué técnicas podemos utilizar?

Existen algunas ideas básicas que son imprescindibles en el proceso de conseguir escalar una empresa. El marketing en el sentido amplio es la idea de llevar un producto desde su concepción hasta el consumidor final. En este proceso hay atajos y vías paralelas, ya que para que haya un producto debemos saber qué quiere el consumidor final.

La primera técnica consiste en crear redes y colaboraciones para crecer. Las relaciones públicas con el exterior y la cohesión interna son la base de un equipo respetado. El grupo debe contener el personal imprescindible, especialmente aquellos con capacidad para desarrollarse en ámbitos diferentes del marketing. Los negocios funcionan por etapas y hasta que sea posible recurrir a expertos o subcontratar personal, es importante utilizar los recursos internos. Siempre sopesando qué es lo más eficiente y nunca comprometiendo la calidad que se espera de la empresa.

La tecnología es otro punto fundamental para conquistar nuevos mercados. Optimizar e integrar sistemas es una manera directa de reducir las duplicidades y las actividades prescindibles. Algunas de las reformas tecnológicas más necesarias se encuentran en el sistema de relación con el cliente, con el inventario, la contabilidad y finanzas o los recursos humanos. A estos ámbitos tradicionales se le suma el marketing digital, que permite optimizar la inversión para determinar a ciencia cierta qué campaña de promoción es más exitosa, por ejemplo.

Los procesos de automatización también son un aliado fundamental para poder practicar la escalabilidad en una empresa. Minimizar al máximo el trabajo manual permite ahorrar tiempo y disminuir la probabilidad de fallo. Esto debe de hacerse en tareas sencillas y repetitivas, pero no podemos confiar en la Inteligencia Artificial para una parte importante de la toma de decisiones.

No existe una receta mágica para conseguir una escalabilidad apropiada en en todos los segmentos del marketing, pero sí una serie de hábitos que colocan a las empresas en el camino adecuado. Toda empresa está a una decisión de un futuro distinto.

Un negocio escalable es un negocio con mucho espacio para crecer. Esto significa con sistemas internos flexibles, costes operativos predecibles y manejables, y la capacidad de captar más clientes a medida que aumenta la demanda. No se trata de crecer de forma rápida, exponencial o increíble, sino de manera escalable y sostenible. Pero, ¿Cómo aplicar la escalabilidad en marketing?

Escalabilidad en el marketing

Es esa característica que describe nuestra capacidad para hacer frente y funcionar bien bajo una elevada carga de trabajo o en expansión. Un sistema que se adapte bien será capaz de mantener o incluso aumentar su nivel de rendimiento o eficiencia, incluso cuando sea probado por demandas operativas cada vez más grandes.

En el contexto empresarial, describe la capacidad de la empresa para crecer sin verse obstaculizada por los recursos disponibles cuando aumenta la producción.

La tecnología ha permitido que esta idea sea más conveniente en los últimos años, ya que ha facilitado la adquisición de clientes, la expansión de los mercados y la ampliación del negocio. No obstante, muchos empresarios a menudo se confunden como si no pudieran identificar la diferencia entre crecimiento y escalamiento.

Escalado vs. Crecimiento

En pocas palabras, el crecimiento se refiere a un aumento en los ingresos, mientras que la escala se refiere al aumento en los ingresos sin aumentar los costos de producción.

Aumento de los ingresos

Por ejemplo, imaginemos que somos una agencia basada en servicios que se ha asociado con un nuevo cliente. Ahora, con un mayor requerimiento de producción, es posible que tengamos que contratar otro recurso, ya que el nuevo cliente generará más ingresos para nuestro negocio: eso es crecimiento.

Sin embargo, si nuestro equipo actual es capaz de cumplir todos los requisitos de producción de nuestro nuevo cliente sin la necesidad de un recurso adicional, estaremos siendo escalables.

¿Cómo implementarlo a tu estrategia de marketing?

En un contexto digitalizado, tecnológico y cada vez más competitivo el marketing es vital. Por lo tanto, una forma efectiva para alcanzarla es aplicando las técnicas de marketing más novedosas.

Técnicas para aplicar y cómo hacer crecer el negocio con ello

Una vez entendido el concepto, veamos cómo escalar nuestro negocio sin aumentar nuestros gastos.

1. Construyendo un conjunto de habilidades

Las empresas necesitan formar un equipo con un conjunto de habilidades diversas. Es importante que el equipo entienda los objetivos comerciales y se esfuerce por alcanzarlos a tiempo sin comprometer la calidad.

Organizaciones y colaboradores

2. Redes y colaboración

La mentalidad que promueve el crecimiento y la escalabilidad debe extenderse a las colaboraciones y asociaciones fuera del negocio. Desarrollar una red de relaciones públicas sólida es la clave del éxito a largo plazo.

3. Invertir en tecnología

Cuando se trata de escalar un negocio, la tecnología facilita la tarea. En este sentido, la integración de sistemas es un aspecto primordial para la conseguirlo.

  • Sistema de gestión de la relación con el cliente (CRM): mejora los datos del usuario y también aumenta la colaboración del equipo.
  • Software de gestión de inventario: para el seguimiento de niveles de inventario, pedidos, ventas y entregas.
  • Software de contabilidad y financiamiento: proporcionan un servicio de informes oportunos y precisos, lo que le permite utilizar mejor la información para tomar decisiones financieras.
  • Sistema de gestión de recursos humanos: permite administrar personas, automatizar tareas manuales y ordenar la información según sus necesidades.
  • Herramientas de marketing digital: permite a los profesionales crear, probar y medir sus campañas con eficacia.

4. Procesos de automatización

La automatización nos permite ejecutar procesos repetibles sin problemas a un coste menor y de manera más eficiente al minimizar nuestro trabajo manual. Además, reduce el riesgo de error humano y ahorra mucho tiempo. Sin embargo, la automatización no significa necesariamente integrar un sistema mecánico en el proceso y despedir empleados.

Aquí, la automatización es la integración de un sistema en un proceso a través del cual el número de puntos de control disminuye. Por lo tanto, aparte de la garantía de calidad, la automatización aumenta la tasa (rendimiento) a la que las materias primas llegan a su fase final.

5. Consolidar el equipo o externalizar estratégicamente

Cuando se trata de escalar un negocio, es importante identificar el momento adecuado para contratar a más miembros del equipo o simplemente subcontratar las tareas a una organización de terceros o trabajadores independientes.

Por ejemplo, durante las etapas iniciales de un negocio, puede haber miembros del equipo realizando múltiples tareas. Sin embargo, a medida que el negocio continúa creciendo, es posible recurrir a expertos para mejorar y racionalizar los procesos, de modo que el equipo central pueda trabajar en la escala del negocio mientras mantiene la calidad. Lo esencial es garantizar que la satisfacción del cliente no esté en riesgo.

En definitiva, al implementar las estrategias mencionadas, no podemos garantizar nuestra escalabilidad, sin embargo, estaremos yendo en la dirección correcta. Así, con la planificación adecuada, el equipo correcto y una mentalidad para avanzar, podremos avanzar.

Y a ti, ¿qué otra técnica te ha ayudado a crecer? ¡Déjanos un comentario!

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