Hay pocas cosas entre las actividades comerciales que estén tan estudiadas como los efectos producidos por la publicidad. El desarrollo profesional en este campo da lugar a observaciones de una gran claridad pero difíciles de explicar.
La influencia en los resultados de elementos circunstanciales puede sorprender por su alcance. El contexto ambiental marcado en el calendario por los días de la semana se considera relevante en la estrategia de marketing.
El ritmo de las actividades laborales sigue un patrón bastante estable. Los lunes poseen el empuje ganado con el posible descanso del fin de semana. Los viernes, por el contario, crean una expectación sobre este mismo intervalo.
En cualquier caso, tienen la virtud de agrupar una sensibilidad especial para interactuar con un mensaje publicitario. Los anuncios discriminan entre el público de martes y el público de viernes. Por esto, la programación publicitaria tiende a maximizar la eficacia de las campañas con la elección de los días propicios para captar la atención.
Los días con mayor capacidad para la recepción de anuncios
La alternancia entre días laborables y no laborables o festivos es la base del cambio de sensibilidad al mensaje comercial. Aquí se mide la máxima tensión psicológica que exige la actividad cotidiana. También la receptividad vinculada a un mayor grado de libertad otorgada por la esperanza de un descanso.
Es muy conocido que la frecuencia de publicaciones en las redes sociales sigue un ciclo bastante previsible y estable. Sin considerar las circunstancias especiales de sucesos excepcionales hay tres picos de actividad. Son hitos que señalan el paso por la proximidad de un cambio. El lunes trae el arranque laboral de la semana, el miércoles marca su ecuador y el viernes es la culminación en la agenda.
Hay que subrayar que la coincidencia de estos tres días con ser habitualmente laborables, es por una razón obvia. El mayor grado de complejidad en una jornada laboral conecta al posible cliente a un número más elevado de estímulos.
En el lunes, miércoles y viernes la posibilidad de conectar con un mensaje publicitario está limitada. Pero es más factible que en un sábado de desconexión total. Esto se puede ver modificado si se consideran algunos canales aisladamente. El sábado, por ejemplo, es un día en el que suele haber un alto consumo de televisión. Por lo tanto, en ese medio, los mensajes trasladados por los anuncios tendrán unos resultados destacados.
El papel del calendario de publicaciones en la estrategia de marketing
El mensaje comercial para ser eficaz y favorecer una respuesta positiva del cliente debe superar varias barreras. Hay un camino marcado hacia el objetivo previsto. Primero captar la atención, luego despertar interés y por último mover la voluntad del receptor a una acción positiva.
Se aprecia así, de forma evidente, que la misión de un anuncio es acompañar un proceso complejo en el futuro cliente. En la distribución temporal acertada de los mensajes se descubren las siguientes ventajas:
1. El gasto publicitario se debe aplicar con criterios de eficiencia económica. El logro de estas metas son impulsadas por acertar con el momento que reúne las condiciones óptimas para este fin.
2. La repetición de un mensaje cala de forma más intensa con una distribución temporal inteligente.
3. Los ciclos de actividad observados en las redes sociales son una buena guía para la acción publicitaria.
En definitiva, la publicidad no puede prescindir de una estrategia de marketing subyacente. En ella se reflejan las características fundamentales del público objetivo buscado. Y para iniciar un diálogo, el publicitario experimentado aplica el más comercial de los sentidos, el de la oportunidad.
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