Instagram presenta un lienzo personalizado a cada usuario con aquellos contenidos que supone le gustarán más. La decisión de qué se muestra está automatizada. Los ingenieros diseñaron un algoritmo que calcula las variables de cada publicación para decidir su idoneidad de ser mostrada a cada usuario. Y de esa formulación depende que en nuestro muro veamos más fotos de pies en la playa o de mojitos en la piscina.
Qué es este algoritmo
La misión de este algoritmo es seleccionar los contenidos más propicios para mostrar a cada usuario, de forma que su muro le resulte interesante.
Entró en servicio en junio de 2016. Hasta entonces los contenidos se mostraban por orden cronológico. La compañía afirma que los usuarios se pierden, de media, el 70 % del contenido publicado por las cuentas que siguen. El algoritmo pretende que entre lo que se deja de ver no esté lo más relevante para el usuario.
Cómo funciona el algoritmo
Los algoritmos evolucionan. Ahora contenidos se muestran atendiendo a varios factores, que los ingenieros de Instagram definen como: interest, timeliness y relationship.
Interés: si hemos mostrado atracción por contenidos similares, se reitera la temática. Si pasamos más tiempo visualizando una imagen o un vídeo indica al algoritmo que nos gusta ese tema.
Oportunidad: las cuentas que publican regularmente y disponen de contenido actualizado se valoran más.
Compromiso: el engagement (comentarios, etiquetados, visualizaciones...) que mostramos hacia un usuario potencia su contenido.
Además de este trío de factores clave, la red social utiliza otros factores para discernir el contenido que veremos en nuestro muro. Y tienen que ver sobre todo con nuestra forma de utilizar la aplicación. Se tienen en cuenta por ejemplo:
Frecuencia de uso: se mostrará lo más relevante desde la última vez que nos conectamos.
Instagrammers que seguimos: si la cantidad de usuarios seguidos es mayor, la red social tiene menos oportunidad para poner todo el contenido frente a nuestros ojos. Nos mostrará menos contenido de aquellos usuarios con menos engagement.
Tiempo conectado: si nos conectamos cinco minutos mientras esperamos el bus, esta red social va a lo seguro y nos muestra el contenido mejor valorado. Si dedicamos un poco más de tiempo y navegamos durante un buen rato, el algoritmo comienza a ofrecer publicaciones menos populares y más rebuscadas.
Las leyendas sobre el algoritmo
Las leyendas sobre el funcionamiento del algoritmo de Instagram se suceden. Se leen algunas conjeturas sobre lo que funciona para aparecer más frecuentemente en las vitrinas de la herramienta, pero no dejan de ser especulaciones. A continuación desciframos algunas cuestiones sobre el algoritmo, tal y como han aclarado sus propios ingenieros:
Instagram no oculta ninguna publicación. El algoritmo tan solo decide qué se muestra antes y qué debe esperar. Pero si tenemos un dedo incansable y hacemos scroll indefinidamente, todas las publicaciones de las cuentas que seguimos pasarán ante nuestra pantalla.
Que nos muestren más fotografías o más vídeos depende tan solo del interés que hemos mostrado con anterioridad. Si nos hemos detenido en los vídeos de todo el vecindario, sin duda el algoritmo entiende que nos encanta y nos dará más vídeos, y algo menos de fotografías. Al final todo consiste en que la red social nos dé más de aquello que preferimos.
Se rumorea que se premia a los usuarios que suben Stories o utilizan Live, relegando a los que solo publican fotografías. Los ingenieros contestan a esto que no es cierto, que usar más o menos herramientas no incide en las decisiones del algoritmo. Pero el rumor no cesa: numerosos instagrammers aseguran que la visibilidad de su cuenta aumenta si transmiten Stories.
Por fortuna para instagrammers compulsivos, el algoritmo no penaliza publicar con frecuencia. Lo que sí hace es castigar a los pilluelos que usan bots para dar likes masivos o hacer comentarios inútiles para propagar su cuenta. No tilda de spammers a las cuentas activas, sino a aquellas que se lo ganan a pulso por exceso: seguir un ritmo por hora desmesurado, como dar 200 likes, hacer 60 comentarios o seguir a 60 nuevos perfiles.
Las cuentas de empresa juegan en la misma liga que las cuentas personales. Se considera el contenido de todos los usuarios con la misma importancia. Siempre y cuando no se pase por caja. Por supuesto, si pagamos publicidad, nuestro contenido promocionado pasa al frente.
En definitiva, la mejor forma de tener un perfil bien valorado en esta red social es actuar con sentido común. Lo que aconsejamos es: publicar contenido de calidad, renunciando a la cantidad; ser regular en la frecuencia de publicaciones; actualizar la cuenta en los horarios de pico de nuestra audiencia; ratio mayor de imágenes que de vídeo; usar hashtags apropiados, entre tres y cinco por publicación; usar Stories de vez en cuando. Ahora te toca a ti: ¿cuál es tu experiencia con el algoritmo de Instagram? ¿qué te funciona y que no va bien en tu perfil? Esperamos tus comentarios y seguimos la conversación.
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