A la hora de pensar en posicionamiento y SEO, lo habitual es intentar destacar entre la multitud de resultados que pueden obtenerse en una búsqueda. Todos ellos, respondiendo a la misma intención de compra o contratación. Pero puede ser complicado encontrar el punto diferenciador y requerirse varias iteraciones y estudios para su logro.
Análogamente cuando hablamos de campañas, especialmente en fechas señaladas, la saturación que puede recibir el target de las mismas impide que destaquemos y que este pueda centrarse en un mensaje que le interese.
Una de las estrategias que deben considerarse ante estas situaciones es el clean marketing. Un marketing que arranca de la necesidad de dar respuesta a un grupo de consumidores decepcionados con mensajes excesivos y que buscan simplicidad en los mismos. Las cosas claras, sinceras, simples y directas. Y, por supuesto, sin olvidar el componente social.
Las claves del clean marketing
La base de todo: el calm design
Este concepto nace de una filosofía más amplia denominada calm design. Su base es disminuir el ruido. Se trata de ser menos intrusivos y más transparentes. Dar mensajes claros y no importunar excesivamente al usuario con mensajes que puedan interpretarse como falsas promesas.
En la época de la hiperpersonalización, las estrategias basadas en geolocalización y conectividad continua, el riesgo de colapsar con información a un lead es muy elevado.
Transparencia y simplicidad
Lo hemos comentado anteriormente. Por un lado, tenemos usuarios cansados de mensajes excesivos que acaban decepcionando. Por otro lado, como consecuencia, consumidores con una creciente necesidad de transparencia.
Estas tendencias obligan a pensar en acciones de marketing donde quede claro que no hay nada que ocultar, donde se explique con meridiana claridad el producto o servicio, mostrándolo tal y como es.
Podemos pensar en el ámbito de productos empaquetados, por ejemplo, en una caja con el frontal totalmente transparente. No solo no se esconde el contenido sino que puede verse perfectamente antes de comprarlo.
Cuando no podemos mostrar el producto o servicio, el mensaje ha de ser claro, preciso y conciso, abarcando únicamente lo que debe abarcar: la descripción del mismo. Además, sin inferir momentos ilusionantes de dudosa veracidad que puedan despertar suspicacias.
Consciencia social
Otro factor que no puede obviarse y que viene a sumarse al sello del clean marketing. El consumidor no solo busca productos o servicios adecuados a sus necesidades, sino también respetuosos con el ambiente o comprometidos con causas sociales. Así, hemos visto recientemente en el sector de la alimentación un énfasis claro en los conceptos de sostenibilidad y comercio justo. Ambos conceptos pueden ser claves a la hora de decantar la balanza en una conversión.
La sociedad es muy consciente de prácticas abusivas, ambientalmente nocivas y socialmente cuestionables, presentes en la industria durante estos últimos años. No quiere formar parte de las mismas al consumir un producto o servicio.
Esta corriente nos lleva a otro punto importante que es la obtención de sellos y certificados que amparen buenas prácticas. Contar con estos distintivos es un factor diferencial.
Explicar, no convencer.
Un último y sutil detalle consiste en cómo debe ampliarse la información de un producto cuando se siguen los principios del clean marketing.
Puede darse la circunstancia de que dispongamos de un producto o servicio con factores desconocidos o poco populares. Lo natural es intentar convencer al usuario de que ese factor desconocido es bueno. En el contexto que estamos manejando, este es un motivo claro de pérdida de conversión.
No se trata de convencer, sino de explicar. La decisión debe recaer sobre el consumidor. Este, al sentirse empoderado, fidelizará mucho más que al sentirse convencido.
¿Menos es más ahora?
Las tendencias parecen indicar que es el momento de apostar por el clean marketing.
¿Crees que es esta estrategia la clave actual del marketing y del SEO?
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