El marketing emocional se ha convertido en una herramienta muy poderosa para las marcas. Las emociones son el motor que mueve a las personas en cuanto a la toma de decisiones se refiere. Por este motivo, las marcas hacen uso de ellas a fin de humanizar sus mensajes y lograr sus objetivos.
La importancia de valorar las emociones
En un mundo rodeado de tecnología como el nuestro se necesitan más acciones de marketing que logren crear lazos más fuertes entre la marca y su público. Valorar las emociones del público objetivo es fundamental dentro de cualquier plan de marketing. Cubriendo las necesidades afectivas de la audiencia se puede lograr un acercamiento mucho más efectivo que con otras estrategias más agresivas.
Y es que establecer vínculo afectivo con nuestro target supone un pilar básico dentro de lo que se ha venido a llamar marketing emocional. Una estrategia basada en las emociones, las sensaciones y las experiencias personales.
De esta manera, han nacido las Lovemarks. Aquellas marcas con las que el público crea vínculos emocionales sintiéndose así parte de ellas.
¿Por qué dar valor a las emociones?
El 95% de las compras que se llevan a cabo hoy día, están motivadas por las emociones. El neuromarketing ha logrado demostrar que los mensajes racionales no tienen tanta efectividad sobre el consumidor como los emocionales. No es de extrañar entonces que las marcas luchen por encontrar un lugar que ocupar dentro del corazón de su público objetivo. Cada empresa tiene su propia manera de otorgar un valor añadido a sus productos y/o servicios. Incluir los sentimientos dentro de una campaña de marketing es atender también a las necesidades de los clientes.
Cuando una persona siente que una empresa tiene en cuenta sus emociones lo más probable es que se identifique con ella depositando toda su confianza en su actividad comercial. La transmisión de sentimientos permite crear una conexión especial muy favorable a la hora de realizar marketing online.
Dar valor a las emociones permite a los negocios enamorar a sus clientes para que se mantengan fieles a ellos. Todo un reto si tenemos en cuenta la gran competitividad de los mercados en la actualidad.
5 emociones importantes en marketing
Aristóteles fue el primero en establecer una primera clasificación de las emociones allá por el siglo IV a.C. Su lista incluía un total de 14 sentimientos o reacciones irreductibles. Más tarde se elaboraron otras teorías como La Rueda de las Emociones que las redujo a 8. En esta ocasión, destacaremos aquellas más importantes para el mundo del marketing:
1. La felicidad: la búsqueda de la felicidad es un camino que todos seguimos desde que nacemos. Hacer que los clientes se sientan felices con un mensaje o anuncio es objetivo de cualquier empresa. Este positivismo acentúa el compromiso de marca basado en un sentimiento que se ha de cubrir con la venta del producto en cuestión.
2. La tristeza: sentimiento contrapuesto al anterior, pero que también resulta efectivo en la puesta en marcha de determinadas campañas. Para poder contar historias no solo se necesita centrar los mensajes en la felicidad. Existe un dinamismo en los sentimientos contrapuestos que ayudan a transmitir mejor la filosofía de marca. Usar reacciones diferentes permite obtener resultados distintos. Por otro lado, una historia con final feliz suele pasar por un proceso de tristeza previo. La combinación de estas emociones es clave para el marketing online.
3. El sentimiento de pertenencia a un grupo: los seres humanos somos animales sociales. Necesitamos sentirnos parte de una comunidad para lograr satisfacción. Este es otro de los sentimientos a los que apela el marketing en sus diferentes estrategias. El objetivo no es otro que conseguir que los clientes se sientan orgullosamente, parte de la marca.
4. El miedo: este sentimiento siempre ha sido vital para la supervivencia del hombre en la Tierra. Su uso en estrategias de marketing puede ser arriesgado. No obstante, la combinación de la sorpresa con el miedo puede lograr buenos resultados, siempre y cuando no se produzca malestar en la audiencia.
5. La ira o disgusto: muchas campañas se basan en las injusticias para hacer reaccionar a su público. Esta emoción es importante usarla bien para no crear efectos negativos sobre las personas.
Beneficios de las emociones
En definitiva, el marketing emocional construye una relación de confianza entre la marca y su audiencia. Apelar a las emociones crea un sentimiento de urgencia que favorece a las ventas. Por otro lado, estos mensajes sorprenden a los consumidores, ya que les generan más confianza en relación con la marca y establecen conexiones de fidelidad hacia la empresa mucho más fuertes.
Las campañas basadas en el marketing emocional suelen generar mucho mayor impacto si están bien elaboradas.
¿Es importante saber manejar los sentimientos en las acciones de marketing digital? ¿O, por el contrario, deberían evitarse? ¿Tú qué opinas?
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