Internet y las Nuevas Tecnologías han supuesto un gran avance en el comercio electrónico. Los ciudadanos están cada vez más predispuestos a realizar compras a través de un e-commerce. Sin embargo, son pocos los usuarios que conocen los derechos del consumidor online.
Ahora resulta muy fácil realizar operaciones mercantiles a través de la red. Se mueven miles de millones de euros diarios en trámites de compra-venta. Los datos se magnifican con la incorporación de los consumidores a través de dispositivos móviles. Llevan la tienda en el bolsillo, pero no conocen las protecciones legales con las que cuentan.
Los derechos del consumidor online
La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, nació con la vocación de cubrir el vacío legal con la llegada de las Nuevas Tecnologías. En este sentido, la normativa europea también ha firmado protocolos para todos los miembros de la Unión.
No obstante, el desconocimiento y parte del desinterés de la población es palpable en esta materia. La mayoría de los ciudadanos no conocen sus derechos como consumidores electrónicos. Solo intentan informarse cuando ya han sufrido algún percance a través de su experiencia digital.
Intentar educar al usuario que compra a través de Internet llenaría un espacio que, por el momento, aumenta la vulnerabilidad del consumidor.
Algunos derechos consumidor online
- Protección de información personal. La Ley General de Protección de Datos se extiende a las compras online. Las empresas de comercio electrónico están obligadas a informar al usuario de para qué requieren sus datos personales.
En ningún caso pueden ser considerados como datos necesarios para la transacción la información privada e íntima como religión, raza, ideología, sexo… El usuario siempre tendrá derecho a modificar o cancelar la información facilitada.
- Uso de cookies. La empresa vendedora deberá informar sobre el uso y destino de las cookies o cualquier otro método de registro de datos.
- Veracidad de la información. El comprador online debe tener acceso a toda la información veraz, con respecto a la transacción y a la parte vendedora: datos de contacto, dirección de la empresa, información sobre el producto o servicio requerido y gastos de envío.
- Confirmación de compra. Para que la transacción sea legal, el usuario de un e-commerce debe marcar el casillero en el que confirma que consiente en realizar la operación.
- Pasarelas de pago. El consumidor electrónico debe disponer de diferentes opciones de pago. Todas ellas deben cumplir con los protocolos y requisitos que la ley exige para garantizar la seguridad en la transacción.
- Desistimiento. El usuario dispondrá de 14 días, desde el recibimiento del paquete, para expresar su renuncia sin tener que justificarla.
- Tiempo de recepción. El pedido deberá llegar a destino en 30 días como máximo, a no ser que se haya pactado otro periodo de entrega. El incumplimiento de estas condiciones permitirá al usuario recuperar su dinero o ser compensado.
- Garantía. Como en las tiendas físicas, la garantía de un producto es de 2 años. Además, durante el primer semestre, cualquier complicación en su funcionamiento será considerado defecto de fábrica.
Resulta fundamental que la población conozca sus derechos a la hora de comprar en Internet. Solo así estarán protegidos y contarán con las máximas garantías en sus transacciones electrónicas. De todos modos, cualquier persona puede solicitar el apoyo y la información de las asociaciones de consumidores e internautas.
El comercio electrónico aporta muchas ventajas y un mayor grado de comodidad. Además, se puede acceder a empresas de cualquier parte del mundo. Sin embargo, no hay que arriesgarse por el desconocimiento de los derechos del consumidor online, puesto que puede acarrear graves consecuencias. ¿Has tenido alguna vez una mala experiencia con un e-commerce? ¿Cómo la has solucionado?
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