De todos los sentidos la vista es el que tiene más poder. Con los ojos se ve y se comprende el mundo.
Ver es un don maravilloso. Con los ojos se come, se siente y también se compra.
Por eso el mundo es cada día un poco más visual. Y por este motivo el ámbito del marketing genera estrategias como el Visual Merchandising para entrar por los ojos e impulsar la transacción.
El Visual Merchandising o cómo enamorar al target
Hablar del Visual Merchandising es hacerlo de una de esas disciplinas infalibles dentro del apasionante universo del marketing directo.
Una especialidad cuyo objetivo vital es estimular las ventas en un espacio concreto y promover el posicionamiento de la marca en cuestión.
A través de técnicas, estratégicas y planificandolas bien se logra exhibir los productos de un modo eficaz en el punto de venta, una distribución que provoca un incontrolable impulso de compra en el cliente; y esa acción es lo que se acaba convirtiendo en rentabilidad.
Las claves para triunfar:
- Encontrar el modo adecuado de exhibir los productos dentro de la tienda.
- Ejecutar un diseño en base a la identidad de marca para exhibir adecuadamente el producto y provocar un impacto en el cliente. La meta final es conseguir que el cliente se sienta identificado con lo que ve y sienta ganas de adquirirlo.
- Analizar la circulación del cliente por el espacio para deducir qué llama su atención, dónde focaliza su vista, qué parte de la tienda es la más transitada, etc.
- Está muy ligado con el arte o la psicología. Todo influye para lograr que una marca se recuerde y, sobre todo, para que ese cliente vuelva.
- Lograr una imagen de marca sólida y reconocible. No hay que olvidar que el objetivo más importante del visual merchandising es favorecer el posicionamiento de la marca.
El visual merchandiser, un encantador de serpientes.
Esta figura es una evolución necesaria del escaparatista convencional. Es la persona que se ocupa de desarrollar las acciones que se llevan a cabo en el punto de venta para dinamizar las transacciones y captar la atención de los clientes hacia los productos exhibidos.
Tipos de acciones que lleva a cabo:
Se trata de aquellas actuaciones relacionadas con la imagen visual interna y externa del comercio.
- En el interior de la tienda. Es necesario mimar cada detalle del interior del punto de venta. La decoración, la iluminación, la música del local, su olor, etc. Todo cuenta.
- En el exterior de la tienda. Lo que se ve desde fuera es lo que invita a pasar al interior. Por ello hay que cuidar los escaparates, la fachada, los rótulos; pero también la publicidad, los logotipos, la cartelería e incluso las bolsas o el papel de regalo.
Todo ello orientado a crear esa atmósfera idónea que propicie la compra final del artículo o servicio.
Cómo provocar la compra por impulso con el visual merchandising
¿Cuántas prendas de ropa siguen en el armario con la etiqueta puesta? ¿Cuántos botes de champú han llegado a la ducha sin haber sido gastados los anteriores? ¿Cuántos artículos que no se tenían en mente o apuntados en la lista de la compra han terminado en el carro de la compra?
Diversos estudios confirman que una tercera parte de las compras se realizan de un modo inconsciente es decir, por impulso. En este dato el visual merchandising tiene mucho peso.
Aunque son muchos los que consideran que la compra por impulso es aquella que se realiza en el último momento, otros tantos defienden que la estimulación sensorial a la que es sometido el target tiene parte de culpa de que este finalmente compre ese algo que no quería o necesitaba.
Tácticas para seducir al consumidor:
Seducirlo es el propósito, lo difícil es consumar la acción y diferenciarse de la competencia en un mercado cada vez más copado.
¿Qué hacer?
1. Aportar valor extra al producto en cuestión.
2. Darle una vuelta a ese producto o servicio que ya existe.
3. Dirigir todas la maniobras hacia las emociones.
4. Ofrecer lo que previamente se ha prometido.
5. Hacer que la experiencia sea positiva y agradable.
¿Cómo hacerlo?
1. Creando un escenario único y que simbolice los valores de marca. Cuidando la estética, la música, los olores, etc. hasta el más mínimo detalle, en definitiva.
2. Dándole ese toque original. Un toque de humor, etc.
3. Apadrinando a un influencer. Una figura cada vez más recurrida, socorrida y que no defrauda.
4. Enganchando a la audiencia. Una buena forma de lograr que vuelvan es a través de ofertas irresistibles, cupones descuento, pruebas gratis, degustaciones, etc. A fin de cuentas, que se marche contento o que no tenga más remedio que volver.
En un contexto competitivo, digitalizado y absolutamente tecnológico, el visual merchandising ha cruzado todas las líneas para influir inevitable e irremisiblemente en las decisiones de compra de los consumidores.
¿Y a ti cómo y cuándo te ha seducido? ¿Qué marca logró cautivarte?
Sin comentarios